domingo, 6 de abril de 2014

Caballos




En el paseo de hoy encontré a unos caballos. Subí por la ladera ya que el padre pensó que deseaba hacer daño al potro. No apartaban la vista.

La poesía no requiere adeptos, quiere amantes. Lo dijo Lorca. Y hoy me lo recuerdan, como la propia expresión de los mamíferos. El amor como la virtud precisa desconcierto, caos, invisibilidad.

Leo y contemplo la foto, la expresión de defensa. ¿Anterior o posterior? También me recuerdan las palabras de Borges: Leer, por lo pronto, es una actividad posterior a la de escribir, más resignada, más civil, más intelectual.

Creo que leer es anterior, simultáneo y posterior a la labor de escribir. No debe haber resignación en la lectura, debe existir el amor, como diría Lorca, ser amantes, buenos amantes de la lectura que es alimento.

El potro se refugia en su madre. Recuerdo unos versos de Fernando de Herrera:

Espíritus de amor en aquel fuego  
armaron las saetas y cadena 
y ardió el cruel, herido preso cuello.