martes, 3 de septiembre de 2013

La educada justicia




La forma y la proporción de las bellotas ayudan a reforzar la idea de bien, de armonía. Bendita geometría la de los girasoles en su búsqueda de la luz, de la verdad, de la virtud.

A pesar que los indolentes animan a mirar hacia arriba bajo la cabeza para divisar el suelo, a los seres que permanecen anclados a la tierra y sin esperanza de liberación. Allí no se observa la geometría, como una línea vertical que nunca será auténtica.

Contemplo las sombras en el piso y recuerdo la poesía plana, aquella que no posee naturaleza y es imitación. La no poesía se humilla con bajeza, con el exceso de una precisión errónea.

Después del incidente me despido de todos los números que completan el origen. A cada uno otorgo un presente. Saúl también se marcha en su presencia física, permanecerá su educada justicia.

Me abrazo a los indolentes y entonces miro la luz, que es lo bello y lo bueno. El sol se cubre por unas nubes que expresan el uso correcto del lenguaje.

Si no vais a volver dejadme la señal.

Con la educación de una formación militar cruzan el porche hacia la puerta de salida. Ninguno mira para atrás.

Tomo el espejo e intento reflejarme. No aparece nada. Vuelvo a hacerlo por oposición y no hay actividad en los sentidos. Es la raza mortal que muestra su ridículo.