lunes, 27 de mayo de 2013

Consecuencias trágicas




FUMO para perder el miedo a los insectos. El humo los aleja, los mantiene a una distancia prudencial y cierta. Si la araña se dirige hacia la pierna exhalo y expulso versos contemporáneos.

Reporta Valle Inclán un razonamiento lúcido y coherente. Voy dejando mi ropa sobre los cojines, la silla del salón, la encimera de la cocina, el suelo del baño. Desnudo y limitado, la vida es un concepto que no debe cambiarse. Algo así como morir de rabia. Dice Platón que me acepta dentro de su círculo, el círculo platónico.

Fumo por despecho, ignorancia, oposición al régimen, fumo porque me sale de los cojones. Una manera natural de decir que te quiero y esas cosas que se dicen sin más, por eso mismo.

A – e – i – o – u. Pío, pío. La casita verde sobre la mesa. La rama de encina es el rincón del huerto donde hablo con dios. Vueltas de la vida, imágenes, articulaciones, disposiciones.

Limpio la bicicleta blanca, friego el escalón de Londres, doy dos bofetadas al señor de las fotos de México D.F. Es una manera natural, no es artificio. Loreto se ha aparecido esta tarde entre los acebuches, está muy preocupada por mí. Estaba bellísima. Su brillante abrigo negro y las piernas, las infinitas piernas que provocan consecuencias trágicas.

El pitillo se consume entre los dedos. Siento su calor, el alma, la posibilidad. El pensamiento será conocimiento si perviven la ética y la estética. La armonía y el equilibrio. La admiración ajena. Expulso versos contemporáneos. Siguen sin llenarme. Vueltas de la vida.