domingo, 15 de abril de 2012

Lo de todos los días


EN la noche. Mientras el viento sopla, la lluvia crea vida y los pájaros se resguardan. Las nubes pasan muy deprisa, como queriendo recitar los poemas de memoria. Desde la ventana observo como bailan los árboles. Un gusano muy feo entra por debajo de la puerta, lo echo con el pie.

Ha vuelto la luz, ese artificio que nos permite permanecer erguidos. Las ramas de las encinas golpean la fachada. Me visitan las sombras y les ofrezco café. Todas desean tomar algo caliente.

Agarro mi cabeza con las manos y bostezo. Hoy no vale la pena vivir. Se han arrugado las rosas que tengo dentro de casa. Será el calor o tal vez los poemas que leo.

He dejado abierto el cristal de la chimenea y ha entrado un pájaro. Es un mirlo. En la noche apenas se distingue. Es un ángel negro. Llueve. El viento arrasa.

Es la vida, lo de todos los días amor, lo de mañana mismo cuando el mirlo me despierte porque tiene hambre.