jueves, 10 de marzo de 2011

Vanidad



Hablas con la mirada. El cuadro está torcido. La impresión de los sentidos en la pared nos pone nerviosos. Apuras el zumo de mandarina y siempre caes, vuelas lo justo. Pero por favor, debes poner derecho el cuadro antes de marcharte. Adiós siempre suena a triste.