martes, 1 de febrero de 2011

De canto



Lleva desde principios de septiembre en huelga de hambre en la puerta de los Juzgados. Una pancarta reza la leyenda: “EN HUELGA DE HAMBRE POR INJUSTICIA FAMILIAR”. Su barba cada vez es más pronunciada, ha perdido algunos kilos pero sonríe, cuando alguien le saluda responde con cariño.

Dejó su casa en ruinas. Una mujer hipócrita, una hija embarazada con dieciséis años y un hijo en paro sumido en el problema de la droga.

Lanzó una moneda al aire: suicidio o desesperación. Aún guarda la imagen de la moneda de canto.