sábado, 13 de noviembre de 2010

¿Amigos?



Este país ha perdido el norte. Y el sur. Y el oeste. Un amigo me pregunta se he leído una artículo en un diario de Sevilla, en su portada. Y ante mi respuesta negativa me lo enseña. Un asesino en portada. En un homenaje. Un asesino muy flamenco.

Otro criminal, el hijo de un presidente de futbol, también acude a actos sociales. Se parten la cabeza por anunciar la retirada de los crucifijos en las aulas y las niñas de diez años son madres.

No se condena una masacre humanitaria en el Sahara, y los responsables gubernamentales dicen que no hay datos para valorar. Todo es tan efímero. Tanta sutileza.

Otro amigo me pregunta si veo Intereconomía. Le respondo que en algunas ocasiones he llegado al canal y me ha parecido patético. Y tienen un periódico. Una Gaceta lamentable.

Tan triste es un extremo como otro. Hay que buscar el término medio, la equidad.

Este país necesita un cambio, y se conforma con un extremismo articulado. Muy manipulado. Poco inteligente.

Si dices la verdad te consagran. Y algunos de los que han criticado mis actos envían libros para su publicación.

No soy rencoroso. Para nada. ¡Menudos hijos de puta!