viernes, 19 de febrero de 2010

El antiguo notario



El antiguo notario de Viapol, don Mariano Toscano, me llamaba Canalejas. Si cruzábamos el pasillo nos mirábamos con la cabeza a medio agachar y emitía ese lamento indolente: “¡Canalejas!”.

Pasaban los años y en una ocasión necesitaba urgentemente una firma del fedatario público. Acudí a su despacho y el oficial indicó que don Mariano se encontraba en el bar. Ya en el bar y con ese tono lánguido exclamó:

¡Niño, tu trabajas aquí con lo que vales!

Firmó los papeles no sin antes invitarme a una copa de manzanilla fresquita. Acabamos cantando, y como no podía ser de otro modo, cantando por Canalejas.

"Entraba por la ventana
en la prisión que sufría,
entraba por la ventana
una paloma traía
desde tierras muy lejanas
besos de la mare mía".