domingo, 28 de febrero de 2010

¡Tus muertos!



Sí que ha cambiado la tecnología y las circunstancias. Cuando Antonio, el hijo de la Saluita, cruzaba la acera y entraba en la calle Marqués de Comillas de Puerto Real, todo el mundo gritaba “¡Los muertos!”, “¡Niña, los muertos!”.

Y es cierto, llegaban los muertos, el cobrador del Ocaso pasaba a recaudar las pesetas que aseguraban un entierro digno.

Cuando llegó mi turno, y emancipé mi organismo, esto es, me fui de casa de mis padres, lo primero que hice fue llamar al Ocaso para hacer mi seguro de los muertos.

Me ofrecieron un ataúd con acolchado interior, terciopelo rojo y tres coronas.

Defendí mucho el acolchado interior. Un descanso cómodo nada tiene que ver con el pino Flandes duro como sus muertos.

Antes, las domiciliaciones eran para los ricos. Los muertos, la Hermandad, hasta la ropa se compraba a dita, se fiaba todo, y sobre todo la vida era una ocasión verdadera.

Hace años di orden al banco de la devolución de los recibos de la Macarena. Quiero verle la cara al cobrador. Ese jubilado falto de cariño, con necesidad de hablar, que antes de ir a tu casa te llama al móvil.

¡Sus muertos! ¡Los tuyos! Me regalaron el cochero en el pescante y los caballos con flores.

El día que yo muera no me lloréis ninguno, echarme tres en uno.


jueves, 25 de febrero de 2010

Playa de los alemanes





Los carajos de La Caleta



Ayer mantuve una larga y ansiada conversación con un poeta. Encontrar hoy día a un poeta es tarea difícil, tremendamente complicada.

En España los vates son escasos y hay muchos carajos de La Caleta que se llaman líricos.

La persona por encima de la obra y una obra por encima de las personas. Un hedonismo enfermizo y las prisas que no llevan a ninguna parte.

Los hay hermosos, delgados, de cutis suave y de voz templada. También los hay imbéciles que ni siquiera articulan dos palabras con sentido y representan la oficialidad.

Pero sobre todo, hay muchos carajos de La Caleta.


domingo, 21 de febrero de 2010

Los mosquitos escapan de los palmeros






Decía este año el Sheriff, que no podían picar a los palmeros en “El batallón de los Jartibles”. Cuando iban de mosquitos los palmeros siempre se escapaban de los insectos.

Y Alberto Godoy, recordó el otro día nuestro encuentro hace años con El Lulu. Eterno, genial y sencillo. El Lulu es una mezcla de arte y caballerosidad.

Pero para palmero mi amigo Fernando Soto.

Gaditano de pro. Con Pitingo, con Rosario, con quien esté su arte derrocha armonía.

¡Qué difícil Fernando estar y ser! ¡Qué grande eres Fernando!


Sin retorno: Homenaje a Cumbreño





viernes, 19 de febrero de 2010

El antiguo notario



El antiguo notario de Viapol, don Mariano Toscano, me llamaba Canalejas. Si cruzábamos el pasillo nos mirábamos con la cabeza a medio agachar y emitía ese lamento indolente: “¡Canalejas!”.

Pasaban los años y en una ocasión necesitaba urgentemente una firma del fedatario público. Acudí a su despacho y el oficial indicó que don Mariano se encontraba en el bar. Ya en el bar y con ese tono lánguido exclamó:

¡Niño, tu trabajas aquí con lo que vales!

Firmó los papeles no sin antes invitarme a una copa de manzanilla fresquita. Acabamos cantando, y como no podía ser de otro modo, cantando por Canalejas.

"Entraba por la ventana
en la prisión que sufría,
entraba por la ventana
una paloma traía
desde tierras muy lejanas
besos de la mare mía".



¡Qué vida!





viernes, 12 de febrero de 2010

Postpoeta



La Postpoesía me parece una gilipollez como la copa de un pino. O se es poeta o no se es poeta, pero nunca eres postpoeta.

Y si te consideras postpoeta, entonces no eres poeta.

¿De qué ha servido toda esta movida? Pues que ahora se han abierto canales pseudoliterarios faltos de esencia y de rigor.

Ya lo decía Descartes, “El que se inventa cosas difíciles, siempre encontrará dificultades”.

¿Fue Descartes realmente?


jueves, 11 de febrero de 2010

Para los necios



Desde hace unos años voy perdiendo el pelo cada mañana. El peine es el culpable. O al menos eso creo, tal vez una justificación.

La edad y la maldita debilidad hacen que como Sansón vaya gastando fuerzas, y ya es una rutina.

Hace un rato tan solo, acabaron las semifinales. Mañana descanso. Hay que reponerse para el viernes. Una buena loción anticaída y un viaje a Córdoba, hay que dar señales de vida.

El día, concertado. De Cádiz a Córdoba pasando por Sevilla. ¡Qué bella es Andalucía!

¡Qué luz hay en el cielo! Con lluvia o sin ella, con viento o con angustia. Ese color azul, sentado en Zahara, se observa porque se desea, se mira lo que se quiere, se ama lo que se vive.

Los ojos brillan al amanecer, pican de humedad y de esperanza.

¡Dios, aunque llegue tarde, espérame! ¡Guarda la esperanza para los necios!


miércoles, 10 de febrero de 2010

Siempre llego tarde cuando estoy con dios



Debemos quitarnos la máscara. ¡Fuera! Cerrar los ojos e inventar, crear, sentir.

Aquellos duros antiguos que tanto en Cádiz dieron que hablar. Y como yo no soy santo, vuelvo a hablar con dios en el segundo pasodoble de la bohemia, con olor a incienso, a Paraíso, a medio siglo.

Aunque yo no sea Juez, la pasma nada, y déjalo, déjalo. Vente conmigo, vente y déjate llevar.

No te quedes atrás, que son dos días y siempre llegamos tarde.

Déjate llevar, y vive, déjate morir por Cádiz.

¡De Sevilla tenían que ser!


martes, 9 de febrero de 2010

La risa de la crisis: Los Pre-paraos



Esto de la crisis hace que la gente tenga necesidad de cariño, necesidad de risas y amor. Por eso se conforma con tan poco, con lo mínimo. Tienen la risa floja.

Patético. Si se debe definir lo esta noche con una palabra, esta es patético. Lamentable.

Lo de Carlos Herrera en las tablas del Falla, triste como el Avecrén.

Pues nada, a reirse, a acostumbraros a lo triste, a lo pésimo.

Sólo faltaban el Zoido y el Arenas, Caperucita y el Lobo. Y el carajote de Monteserrín dejándose ver, haciéndose notar.

Los Pre-paraos lo han conseguido, han llegado a semifinales, y muchas felicidades, de corazón infartado.

A partir de ahora a aprovechar el momento, como los cuentos de los niños, la risa en crisis es gratis.


lunes, 8 de febrero de 2010

La consulta



Veamos, si un día debéis elegir un camino en una rotonda, ¿qué hacéis?

Podemos ir por la izquierda, por la derecha, o de frente.

Hay otra opción, es dar la vuelta completa a la rotonda y volver de donde salimos.

Unas pistas. Al final de cada opción hay una luz. A la izquierda amarilla. A la derecha roja. Al frente marrón. La vuelta no tiene color.

Además, la derecha huele a margaritas, la izquierda a claveles y el frente a rosas.

Existen sensaciones incompletas. La izquierda posee seguridad, la derecha desconcierto y el frente miedo.

Ninguna de las tres opciones figura en el GPS. Es un camino sin retorno. La opción es única.


domingo, 7 de febrero de 2010

Paquito, la mascota



Tengo unos amigos que tienen una mascota. Un perro. Se llama Paquito. Y es una mezcla entre perrillo y ratilla. De esos pequeñitos. Dicen que es igual que el que tiene la Paris Hilton.

Yo no acabo de cogerle el gusto a la mascota. Les costó seiscientos euros, y después de varias idas y venidas a veterinarios, ahora resulta que le deben poner unos breakers.

Paquito no se baña, acude a la peluquería. Se coló entre mis piernas pero no hubo forma de apartarlo.

¡Cojones con Paquito! ¡Qué cariño!

Con la expresividad que me caracteriza, le pisé –sin querer- un par de veces. Pero al despedirme el perro se levantó. Un saludo a lo Clark Gable y hasta siempre.

Y es que el Gable nació en Cádiz. Pero en el de Ohio (joío, diría).

No. Las mascotas no van conmigo. Ya llevo varias encima siempre, y las detesto.

Primo, lo cierto,
es que las mascotas
para el agüita hirviendo.

Tirititi, ti, ti.
Tirititi, ti, ti.



sábado, 6 de febrero de 2010

ZP era ZM



Mi sobrino quiere trabajar. No desea verse en las interminables listas del paro. Su meta es ser funcionario. Y le digo que eso es una ordinariez. Ser funcionario es cursi, patético y anticuado.

Le he dicho que se haga masón, como Zapatero. Así podrá desear y joder, pero además cargarse un país a dos manos.

Hace muchos años, en la Avenida de la Constitución, en la central de Correos, disponía de un apartado postal al que acudía diariamente.

En una ocasión recogí un discreto paquete sin remite. Pensé inicialmente en algún libro interesante, aunque el contenido fue mejor.

Un mandil masónico, unos libros de iniciación e instrucciones de esa secta u opúsculo.

Los escritos iban dirigidos a unas siglas, Z. M. Recibí alguna que otra nota en la que se consultaba si había recogido por error dicho paquete. Nunca respondí a las misivas.

Es ahora, al cabo de los años, cuando doy cuenta que ZP era ZM. Zapatero Masón.

Cuando en la Viña comento la anécdota, los maestros chirigoteros sacan sus conclusiones, con letrillas:

“Zapatero, masón, agárrame un cojón”.

Y prosiguen:

“Tirititi, ti, ti.
Tirititi, ti, ti”
.


viernes, 5 de febrero de 2010

Invitación al Paraíso






Ayer salí, como de costumbre, sobre las ocho y media. Pedí un taxi al Falla y mientras esperaba, rodeado de policías, un señor muy enchaquetado me pregunta si acudo a la cena ministerial. Monto en un autobús de Los Amarillos repleto de personas elegantes y sonrientes.

A la altura de La Caleta, frente a La Viña, digo al chofer que pare, me quedo allí. No fui a la cena ministerial, pero si hubiera ido, ¡menudo follón!

Cádiz está llenito de policías, la Cumbre de las mujeres es la causa. Ahora Cádiz es una mezcla entre el olor a chochos europeos y a miembros de seguridad armados hasta los dientes.

El día 4, y por cortesía del Patronato, acudí al Falla con una invitación al Paraíso. Pero no estuve en ese lugar emblemático. Primero me acomodé en el Palco 19, junto al Jurado, después muy cerquita de María (la Yerbabuena), y finalmente en el patio de butacas.

¡Cádiz es así! ¿Y los controles? Nada hombre, nada. Se le echa un pelín de cara al tema, y palante pisha.

¡Os invito a todos al Paraíso!


Sinceramente






Después de ver al Sheriff, acompañado del Lulu y el Tomate, en su chirigota, de ver al Yuyu, al Canijo o al Selu, después de eso, dos lagrimones y mucho arte.

Mucho arte, la verdad. Sinceramente, eso es lo que hay. Y lo demás no vale, no sirve, vamos que sobra.

¡Qué se jodan los feos, y los tiesos!


jueves, 4 de febrero de 2010

Los tiesos sin arte



Hace un rato me ha llamado Bruz Pristin y ha propuesto que creemos una chirigota para el Falla el año que viene. Me ha hecho una ilusión tremenda.

Dice que como tengo enchufe en el jurado de chirigotas, no nos van a penalizar aunque nos peguemos más de cincuenta minutos en el escenario, como han hecho Los Pre-paraos.

Comenta que tengo que ir buscando cantantes que vendan pocos discos, ojeadores de clubs de fútbol y otros famosetes tiesos. Así unas cuantas galas tendremos contratadas.

Que se va a traer a la Vejonzé en bolas, para que pase por las tablas, sin necesidad de traer a hermanos famosos ni a presidentes de mascotas.

Las letras las haremos nosotros mismos, mismamente, y que los chistes son para el nuevo programa de Antena 3. ¿Show? ¿Qué show?

¡Qué no Bruz, qué no! Que el Falla es arte y el show es para los otros, los protegidos.

Me gustaron las letras de Los Pre-paraos en cuartos, me gustaron. Y les deseo suerte en semifinales, que pasarán. Lo demás, ya veremos.

Yo corro a buscar un disfraz para el año que viene, para la chirigota de Los tiesos sin arte.


miércoles, 3 de febrero de 2010

¡Qué dineral!





La terrible batalla



La luz roja se ha encendido, y los momentos disputan una terrible batalla contra la incertidumbre.

¡Que bello es descubrir que la palabra atrae! ¡Qué grande es demostrar que una sola palabra determina!

Buen día, mejor tarde y feliz madrugada.

Lo que podría haber sido nunca ha estado presente.


martes, 2 de febrero de 2010

En Córdoba, hay señales de vida

El tiempo y la palabra



Desconocía que sentir el cansancio fuera tan pesado. Lo llevas dentro, lo vives, te pesa.

No quería imaginar que una hora es un instante de silencio y un minuto es una eternidad. Y así, acabas escuchando palabras y leyendo a Max Aub.

Siempre he llevado la luz verde como un taxi, pero he estado ocupado. Muy ocupado.

Y ahora pesa el tiempo y llora la palabra.


lunes, 1 de febrero de 2010

Historia de un derribo



La primera vez que pisé una bolera era joven. Intenté derribar algún bolo pero fue imposible. Tan erguidos, bien puestos, sólidos y brillantes. ¡Qué difícil!

Tan solo visité la bolera en un par de ocasiones, y el resultado fue similar.

En cambio los expertos, esos que existen por reiteración y entrenamiento, son capaces de hacer pleno de forma fácil.

Ahora, esas maderas pintadas que permanecen en pie como poetas listos, siguen su camino hacia el sentido común, la justicia. Si han de ser derribados, se dejan, con coherencia. Siempre sabiendo que alguien mejor les apasiona.

No hagas nunca trampas. No dejes que te inciten al desconcierto, puede resultar incómodo y fatal.

A veces, todos esperamos que llegue la hora del derribo. Permaneces erguido y después de un día y otro día, deseas ser derribado por un profesional. No sirven los imitadores, los soberbios, aquellos que dicen o escriben unas cosas y hacen otras, los mentirosos de carácter, los que poseen hasta diez personalidades diferentes, los que no tienen vida, en definitiva, los no poetas.

Son compañeros y da pena su actuación, su cúmulo de escritos, sus pasiones desatadas por amor a sí mismo.

La historia de un derribo comienza hoy. Mañana, aunque levantado, tenderé a caer por la inercia, o por un propio impulso.